Queda poco más de un mes para que llegue uno de los momentos más esperados del año por nosotros y por todos los alcañizanos. La Semana Santa es –junto mundo del motor- nuestra seña de identidad. Nos define, nos da carácter y hace que nos sintamos especialmente orgullosos de nuestra tierra, de nuestro azul (color característico de la túnica alcañizana). Se tensan ya los tambores y se escuchan los primeros redobles, pues el miércoles de ceniza, como manda la tradición, marcó el comienzo.
Desde el domingo de Ramos y hasta el domingo siguiente de “las Palometas”, Alcañiz será un hervidero de gente. Alcañizanos y turistas se emocionarán con la procesión del Vía Crucis, el Nazareno, el Silencio o la Soledad y las calles se teñirán de azul el Viernes y Sábado Santo. El Bajo Aragón –Alcañiz es uno de los pueblos que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo- temblará con el sonido de tambores y bombos y acogerá amablemente a miles de visitantes.
En Empeltre Restaurante aguardamos con ilusión estas fechas, preparamos una carta especial, doblamos turno en comidas y cenas e intentamos conservar energía para salir a tocar después del servicio “el viernes de tambores”. Es la noche por excelencia de la Semana Santa alcañizana, sin rigor alguno las cuadrillas de tambores se agrupan en torno a nuestra plaza de España con un sentimiento común de confraternización.
Nosotros empezamos a calentar los fogones, vosotros haced lo propio con los tambores.